Se notó la mano del mister en funciones en el juego del equipo (se jugó fatal), pero nos quedamos con el resultado. Gracias a Nito, "ese peaso" de portero, ganamos, porque los demás, estuvieron con una pájara desde el minuto cero. Seguimos en cuadro y no conseguimos tener un día una plantilla que te ponga en dudas sobre quién sacar al campo. Suerte que al final llegó el señor del balón y me echó una mano en la gestión del equipo. Curiosamente, cuando entró por la puerta y los jugadores le vieron, empezaron a trenzar alguna que otra jugada y con ello, se levantó el resultado.
lunes, 18 de abril de 2011
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